
Entrevista al presidente de la Asociación Española de Comercio Químico (AECQ)
Por Albert Punsola Nacido en Maó (Menorca) en 1957, Joan Tortosa se incorporó al Grupo BASF en 1987, dentro del departamento de ventas para la unidad de materias colorantes. A partir de 2001 y hasta 2007 ejerce de jefe de ventas para el Sur de Europa en el negocio de materias colorantes y resinas. En 2008 asume la responsabilidad de jefe de ventas para Europa del negocio de resinas y aditivos, con base en Heerenveen (Países Bajos) Desde septiembre del 2011 es gerente del negocio de distribución de BASF en la Península Ibérica. Y desde octubre de 2018 cubre de forma interina el cargo de presidente de la Asociación Española de Comercio Químico.
Albert Punsola: ¿Cuáles son las principales características del sector que representa AECQ y cuáles son los principales objetivos de la asociación en la coyuntura actual?
Joan Tortosa: Los distribuidores de productos químicos nos desenvolvemos en un mercado maduro y muy competitivo, exigente en las demandas por servicios, pero reacio a absorber sus costes. Desde el inicio de la crisis el sector ha evolucionado hacia los mercados de exportación superando una inercia que le hacía demasiado dependiente del mercado doméstico.
Albert Punsola: Ustedes acaban de celebrar (noviembre 2019) su noveno Congreso Nacional ¿Cuáles han sido los temas principales de discusión en este evento y a qué conclusiones se ha llegado?
Joan Tortosa: El 9CNDQ ha girado alrededor del impacto de la digitalización en el negocio de la distribución de productos químicos. En otras ediciones del congreso habíamos tenido ponencias explicando los retos que plantean las nuevas tecnologías, pero referidas a historias de éxito en otros tipos de negocio. La conclusión ha sido que se abren muchas oportunidades de optimización de procesos, aunque no necesariamente ha de alterar la relación comercial existente entre proveedor y cliente.
Albert Punsola: ¿Cómo está afrontando el sector la transformación digital? ¿Qué avances se están dando en esta dirección? ¿Y cuáles serían los obstáculos más importantes que hay que superar para avanzar?
Joan Tortosa: Algunas empresas ya han empezado a realizar avances, otras todavía ven la digitalización como una amenaza. El aspecto clave es reconocer que la digitalización es un proceso heterogéneo que engloba varias disciplinas que se pueden ir abordando por separado.
Albert Punsola: ¿Cómo calificaría la situación del sector de distribución de productos químicos en este momento en España y cuáles son sus perspectivas de futuro para la próxima década?
Joan Tortosa: El negocio de distribución de productos químicos crece sostenidamente. Crece más que la propia industria química en general, lo que refleja la necesidad que tienen los productores de externalizar la complejidad y la necesidad de los clientes de recibir ciertos servicios. Esta tendencia se ha ido acentuando conforme el paso de los años y es de esperar que siga así.
Albert Punsola: ¿Temen los efectos del Brexit? O, por el contrario, ¿piensan que todo se solventará de la mejor manera posible para las partes (UE y Reino Unido)?
Joan Tortosa: A todos nos preocupa el encaje del Reino Unido con la Europa continental, en mayor o menor medida. Obviamente para aquellos distribuidores con principales radicados en Reino Unido o con ventas regulares con clientes de la zona, el desenlace final del Brexit les puede suponer cambios relevantes y un aumento significativo de la complejidad en la gestión
Albert Punsola: ¿La Unión Europea está legislando conforme a los intereses del sector? ¿Se escuchan suficientemente las demandas del sector en Bruselas?
Joan Tortosa: La industria química siempre tiene que luchar para que la opinión pública valore sus innegables ventajas y no vea sólo sus inconvenientes. El ámbito de la Unión Europea no es una excepción, ya que confluyen diferentes corrientes de opinión y hay que encontrar los equilibrios justos. Una legislación estricta que afecte a los productos químicos es correcta, pero tiene que garantizar igualdad de condiciones para los productores europeos en el mercado global en que estamos inmersos.
Albert Punsola: Ustedes colaboran con FEIQUE en el desarrollo de la iniciativa Responsible Care. ¿Por qué es importante esta iniciativa y cómo la promueven?
Joan Tortosa: Responsible Care es el programa que da fe de la voluntad de las empresas a ser extremadamente cumplidoras con la legislación que afecta al negocio de la química. Su carácter voluntario es una señal clara del compromiso que adquieren las empresas que se adhieren al programa, que al final es un medio para concienciar a la opinión pública del rigor del sector en evitar malas prácticas y extremar el cumplimiento de las condiciones de uso de las materias químicas y sus procesos de transformación. Sostenibilidad y respeto por el medio ambiente son dos guías ineludibles en la materialización del negocio de la química. Dentro de la AECQ fomentamos con firmeza la adhesión de nuestros asociados al programa Responsible Care e insistimos en la importancia de poder usar su Logo como medio para mejorar la imagen del sector.
Albert Punsola: ¿Qué espera de Expoquimia 2020?
Joan Tortosa: Expoquimia está explorando nuevos modelos para presentarse. La creación del Smart Chemistry es una prueba de ello. Se quiere dar más dinamismo a la exposición, reforzando la parte de debate y conferencias para poder atraer a mayor número de visitantes. Es importante que trascienda a otros mercados, aparte del doméstico y que aglutine a toda la industria química a su alrededor, evitando el riesgo de la proliferación de eventos con un objetivo similar.
Edu Pérez Moya
eperezm@firabarcelona.com